Introducción.

Actualmente México vive una etapa histórica del capitalismo popularmente conocida como neoliberalismo. Dicha etapa, iniciada en términos mundiales a finales de los años 70’s pero que se hizo manifiesta en México a partir del sexenio de Miguel de la Madrid (1982 – 1988), se ha caracterizado por el desmantelamiento  y la privatización de la inmensa mayoría de las conquistas sociales ganadas por el pueblo desde la Revolución de 1910 (elementos de la llamada liberalización de la economía), además del impulso a un libre comercio mundial y una reducción drástica en el gasto y la intervención estatal en la economía. Estos eventos, producto mayormente del agotamiento y crisis del modelo impuesto por el PRI-gobierno pero también de una fuerte presión de la burguesía internacional, tensaron y recompusieron la dinámica social mexicana en un nuevo esquema en el que las clases dominantes recrudecieron su dominio sobre las capas explotadas sin que esto significará una paz al interior de las propias clases dirigentes.

En los años más recientes (principalmente a partir de 2006) el fin del repunte económico ha coincidido con las constantes agresiones del ala más reaccionaria del régimen (Calderón y Peña Nieto) en detrimento del resto de la población, transgrediendo principalmente a los trabajadores así como a la pequeña burguesía e, incluso, a parte del capital nacional. Muestra del conflicto constante que ha caracterizado a la sociedad mexicana en los últimos años (entre las burguesías nacionales, internacionales y de estas hacia el proletariado) han sido choques como el intento por desaforar a AMLO, el fraude electoral de 2006, la lucha de la APPO en Oaxaca, la “Guerra” contra el Narcotráfico, la crisis internacional de 2008, la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, el surgimiento de diversos movimientos contra la militarización (de distintas tendencias políticas), el YoSoy132, la lucha Magisterial de 2013, la Huelga del Politécnico y los crímenes de Iguala en 2014; así como el repudio a las elecciones de 2015 y la matanza en Nochixtlán en 2016. Todo esto ha abierto cada vez más la pauta para estallidos sociales que hacen madurar progresivamente una situación revolucionaria en nuestro país.

Es bajo este contexto que la lucha del proletariado se ha visto sujeta a circunstancias inéditas que demandan la creación de programas de lucha que estén a la altura de los hechos ya que el creciente estado de conflicto en el país no ha significado un avance de igual magnitud en el nivel de organización entre los oprimidos. Sin embargo, la idea principal que queremos remarcar es que han sido miles los que se han lanzado a las calles pero ha sido la inconsecuencia de las direcciones del movimiento social la que ha impedido que dichas luchas logren avanzar efectivamente en el proceso revolucionario. Con la fusión de la Agrupación de Lucha Socialista y el Colectivo 9 de Mayo buscamos contribuir a este proceso que de ningún modo creemos terminado o cerrado; el presente programa es un avance y un resumen de un programa mucho más especializado que aún está en construcción por lo que busca ser una respuesta inmediata y provisional al enorme reto que significa enfrentarse al capitalismo hoy día.

Este programa es, además, un primer intento por darle coherencia interna a los objetivos que poseemos al tiempo que buscamos sea una propuesta de estructura organizacional de los trabajadores y sectores oprimidos. Para nosotros esto es fundamental como un pilar para la lucha social. En un panorama en el que muchos de los sectores tradicionales de lucha han claudicado o desaparecido y en el que una multitud de nuevas organizaciones han surgido, consideramos imprescindible no solo poseer conciencia de la situación objetiva a nivel mundial sino de las condiciones subjetivas necesarias para acabar con el capitalismo y no solo dar soluciones parciales. Este camino pasa por la concientización y la elaboración de una clara orientación política revolucionaria en todos los frentes de lucha, por la formación de una organización de vanguardia y de masas que sea producto de la unificación de los grupos honestos y consecuentes pero que, dispersos, resultan nimios ante las tareas históricas del movimiento.

1.- Respecto al Estado, Régimen y gobierno.

El Estado burgués mexicano, al igual que todo el sistema capitalista a nivel mundial, se encuentra en crisis; el régimen carece de legitimidad, la delincuencia y la corrupción son un eje rector del mismo que es imposible de extirpar, no obstante, presenta particularidades que se acentúan como lo es, en primer plano, la ingobernabilidad creciente, la fractura dentro de sus instituciones a partir de las pugnas de grupos políticos ligados a otros grupos de poder y el aislamiento del Estado mexicano a nivel internacional. Los gobiernos neoliberales se han encargado de subordinar al país a la gran burguesía internacional y, por si esto fuera poco, producto de la misma naturaleza del modo de producción capitalista, las pugnas entre sectores del capital internacional por la supremacía económica mundial se llevan entre los pies las vidas de millones de personas alrededor del globo.

Es por eso que una de las metas principales por las que debemos de pugnar es por la caída del régimen encabezado por EPN y los partidos firmantes del Pacto por México al ser cómplices del crimen y asesinos del pueblo. La mayoría de las metas propuestas en este programa requieren al menos la eliminación del poder de los partidos de la burguesía, que va aparejada con el cabal cumplimiento de las más fundamentales necesidades del pueblo mexicano. En ese sentido, la participación por candidaturas obreras y socialistas, aún con la antidemocracia y mientras un sector popular siga confiando en las elecciones, es vital para difundir un programa revolucionario, denunciar los ataques del régimen, y, sobre todo, apuntar a la destrucción de las instituciones burguesas como principales responsables de mantener las miserables condiciones de vida de las masas.  Ante una eventual crisis política que propiciara la caída del régimen, nosotros proponemos que el pueblo en lucha, organizado en un referente político nacional de masas, llame a una Asamblea Constituyente, que rescate el espíritu de la Constitución del 17 reflejado en los artículos 3o, 27 y 123 históricos, levantando las demandas de los explotados y oprimidos; lo antes descrito es crucial para dejar en claro la incapacidad y ausencia de voluntad del régimen para dar solución a estas demandas pues, aunque la Asamblea Constituyente aún es un organismo burgués, es imprescindible este punto transitorio en el avance de consciencia de las masas antes de construir uno propio.

2.- Respecto a la economía y reformas estructurales.

Con la agudización de una crisis económica constante, el capitalismo cada vez más deja caer el peso de sus consecuencias en hombros del proletariado, utilizando al régimen político como ariete. Desde la instauración del régimen neoliberal en México, la desmantelamiento y el recorte de los derechos y servicios sociales ha dejado en manos de la burguesía una más extensa gama de necesidades sociales, paralelamente, la sectorización de la economía mexicana dentro de la producción internacional de acuerdo a los intereses de los grandes corporativos económicos ha concentrado una mayor masa laboral en el sector de servicios, maquilero y la informalidad. Hoy, el ataque a las conquistas sociales históricas es mortal. Las Reformas Estructurales, los tratados y acuerdos internacionales hunden aún más en la miseria y precarización a amplios sectores de la sociedad mientras siguen alimentando la codicia de las cúpulas principalmente políticas y económicas. Por ello, llamamos a la renacionalización de las empresas privatizadas como PEMEX, CFE y Telmex, y nacionalización total de todos los sectores estratégicos; que el Estado tenga el monopolio del sistema financiero, comercial, productivo y de telecomunicaciones pugnando siempre por un estricto control obrero a través de consejos del pueblo explotado y oprimido que determinen los lineamientos o ejes centrales de la economía; por el desconocimiento de las deudas externa e interna; que se instaure un severo impuesto progresivo a los empresarios pues en nuestro país tan sólo 200 familias/empresas son las que controlan la economía y en contraste, millones de personas son pobres o mueren a causa de la mala nutrición y enfermedades curables cada año. La producción, distribución, circulación y consumo debe regirse a partir de comités populares de control que prioricen una explotación sustentable, socializada en beneficio para los explotados y oprimidos. Todo esto debe estar comprendido en un plan de desarrollo encabezado por un Gobierno de los trabajadores que se incline por una mayor soberanía económica.

3.- Sobre los Trabajadores

Los trabajadores se encuentran en una situación de desarticulación y sobreexplotación que se ha profundizado a partir de las derrotas del movimiento obrero mexicano hace al menos 40 años, por lo que actualmente existe un atraso en el nivel de consciencia de los mismos, no obstante, los destellos de insurgencia obrera nos demuestran que esas derrotas no son eternas, los sepultureros del capital resisten. Trabajadores de los estratos más precarizados han hecho importantes movimientos en los últimos años por demandas que reflejan sus necesidades inmediatas, pero que asoman también la necesidad de un cambio revolucionario, por eso reivindicamos el programa de los jornaleros de San Quintín como una base mínima de demandas y, en consonancia con ellos, luchamos por un sueldo (salario mínimo base de $300) que cubra el precio de la canasta básica y suba conforme a la inflación!, no es posible que los precios suban para mantener las ganancias de los patrones y rebajar las condiciones de vida de los trabajadores. Hoy día la precariedad, los ataques a la estabilidad y antigüedad laborales, la evasión de responsabilidades patronales, el despojo de las fuentes de trabajo, la burocratización y destrucción del sindicalismo,  etc. son condiciones a las que se enfrente el grueso de la población, la terciarización y la subcontratación son las figuras que predominan en el empleo “formal” asemejándose bastante al informal en términos de condiciones y desprotección para el trabajador. Pugnamos por la completa desaparición del outsourcing, las patronales deben hacerse responsables de los derechos que los trabajadores adquieren al emplearse ¡Basta de legislaciones y contratos hechos a modo para los capitalistas!  ¡Recuperemos las conquistas históricas de los trabajadores y luchemos por más! ¡Por un movimiento de los trabajadores, precarizados y despedidos que luche por su reinstalación, basificación y sindicalización! ¡Recuperación y fundación de sindicatos para la lucha! que se traduce también en la democratización e independencia sindical, ¡corrientes, comités y consejos de trabajadores democráticos! En el caso de las mujeres trabajadoras, llamamos a que se organicen para luchar por ¡igual salario a igual trabajo!, alto a la discriminación, la violencia y el acoso sexual y laboral, guarderías públicas no subrogadas, licencia de gravidez, no despido por embarazo, permiso de lactancia, que en los sindicatos se creen comisiones, secretarías y demás organismos que atiendan las demandas de las mujeres.

4.- Relativo a la seguridad pública.

Actualmente gran parte del país está en una situación de guerra civil causada principalmente por el Estado bajo pretexto de luchar contra el narcotráfico, cuyo efecto ha generado una ola de violencia generalizada. Esta lucha, comenzada por el último sexenio panista y continuada por el presente, trata de llevar al país a un régimen policiaco fingiendo una guerra con el crimen organizado con el que está coludido una buena parte tanto del gobierno como de los empresarios. Es nuestro deber oponernos a dicha guerra contra el pueblo disfrazada de lucha contra el narco pues ya ha arrancado las vidas a miles, por ello, exigimos el retorno del ejército a sus cuarteles pues no debe encargarse de funciones civiles; asimismo, llamamos al desarme y disolución de las corporaciones policiales y demás fuerzas represivas, pues confiar en que ellas garanticen nuestra seguridad es sinónimo de derrota en la lucha contra la violencia, la corrupción y el crimen. También nos posicionamos por la legalización de la marihuana y otras drogas blandas, así como por el control estatal de las mismas, acompañado de programas que prevengan y ataquen de forma social el problema de adicciones a partir de las finanzas provenientes de su comercialización regulada; exigimos indemnización a las familias de los caídos en la guerra contra el narco; justicia y reparación del daño para defensores de derechos humanos, ecologistas y periodistas, cárcel a los responsables; ¡No a la criminalización de la protesta! ¡Libertad a los presos políticos! organicemos la lucha por su liberación por medio de comités de presos y víctimas de la violencia. Además debemos tener en cuenta que esta misma situación ha sido aprovechada para dar soporte por parte del régimen y los grupos criminales a los intereses de la burguesía sobre el territorio y los recursos, por ello mismo levantamos la autodefensa de los pueblos originarios, colonias, barrios, etc., agredidos por el gran capital y sus fuerzas de choque. La procuración de seguridad debe partir de experiencias como lo es la policía comunitaria, por eso, pugnamos por su generalización y unificación en una milicia popular, como órganos de doble poder para la autodefensa y la  impartición de justicia, que buscan una recuperación del tejido social y resarcimiento del daño, contrariamente a la “justicia” punitiva y clasista de los corporativos policiacos y militares, lacayos de la burguesía.

5.- De la soberanía y lucha antiimperialista.

La condición neocolonial que tiene nuestro país ha minado la soberanía y ha permitido incluso que extranjeros tengan en sus manos el dominio directo de territorio y recursos. Se debe impulsar un desarrollo lo más independiente posible a partir del impulso de la ciencia y tecnología en el apoyo de los diversos sectores productivos para el pueblo, sostenemos que las patentes deben de ser nacionalizadas y que estos avances deben ponerse al servicio del mejoramiento sustancial en la vida de las masas, de la mano con las medidas de expropiación. Se debe levantar como máxima que mientras los logros de la revolución no hayan derribado las fronteras y las subordinaciones internacionales, la propiedad será nacional, defendiendo sus formas sociales como el ejido y la propiedad comunal; ningún extranjero o particular podrá ser dueño o poseer la tenencia de la tierra en su conjunto (recursos, medio ambiente, mantos acuíferos, etc.), ésta debe estar bajo control obrero y de los pueblos que como ya mencionamos, debe ser en beneficio de toda la nación. Llamamos a desconocer los tratados y acuerdos internacionales como el ATP y el TLC. Levantamos la expropiación del comercio y el control estatal de la distribución, principalmente en un primer momento de alimentos, en tanto que la situación alimentaria de la sociedad enfrenta, no sólo problemas económicos nacionales, sino también en términos de salud, que se extiende paralelamente a todos los servicios básicos. Asimismo, como deber de nuestro pueblo, impulsamos el apoyo y solidaridad con las luchas antiimperialistas alrededor del mundo.

6.- Sobre los derechos sociales y necesidades básicas de la población.

Mientras la demagogia en el poder agita al neoliberalismo como progresismo para las masas, nosotros al igual que un amplio sector de la población sabemos y sentimos la afrenta real que significa el despojo de derechos y conquistas.

La estratificación, precarización, recortes, y privatización de la educación en nuestro país hace necesaria su defensa, por ello llamamos a un Frente en Defensa de la Educación (entre maestros, estudiantes, trabajadores, padres de familia, etc.) que también busque la democratización de las instituciones educativas, que reconstruya el sistema educativo nacional a partir de un Congreso Educativo general y por sector, también llamamos a un Congreso nacional magisterial de bases convocado por la CNTE, para unificar a la disidencia y organizar la lucha.

¡Política cultural de calidad para todos! Ante la privatización y mercantilización de la cultura, que no sólo se elitiza sino que también se degenera, pugnamos por la defensa del legado histórico-cultural del pueblo, por el fomento y el libre ejercicio de todas las formas de expresión artística y cultural ¡No a la mercantilización del arte!, protección del Estado a las manifestaciones culturales de los explotados y oprimidos,

En su más amplio sentido, la seguridad social es un conjunto de medidas que comprenden diversos servicios como fondos de préstamo, aspectos culturales y deportivos, apoyos económicos, sistemas de ahorro, salud y servicios básicos, entre otros. En las últimas décadas, se ha producido su desmantelamiento y reducción al mero ofrecimiento de tratamientos para enfermedades simples. Este proceso de ataque debe ser revertido, el Estado debe garantizar un sistema de seguridad social eficaz y efectivo para el pueblo, pelear por ello significa defender la vivienda, educación, alimentación, salud, empleo. El sistema de pensiones y jubilaciones, componente de la seguridad social, debe ser enteramente público ¡Nacionalización de los fondos de pensión y ahorro con total seguridad del dinero pagado por el pueblo! Consolidación de todos los fondos de pensión/jubilación en un sistema de Seguridad Social único y estatal, que las pensiones se universalicen y sean de carácter tripartitas, solidarias y productivas, no especulativas. Aumento del valor de las pensiones y la reducción de la edad de jubilación. Es imprescindible luchar de la mano con los trabajadores del seguro social, que al igual que en el sector educativo, la unificación es un punto central en el avance del movimiento, luchemos por el acceso y cobertura universal, pública y gratuita a la educación, salud, seguridad social, vivienda, cultura y demás bienes y servicios públicos y necesidades básicas.

7.- Programa para la mujer
La violencia contra la mujer no cesa sino al contrario ha venido en aumento, ¡Ni una muerta más! Exigimos el castigo  a los responsables de agresión, asesinato y desaparición de mujeres tanto nacionales como inmigrantes, y la implementación de medidas efectivas en contra del feminicidio y por el desmantelamiento de las redes de trata pues esto implica a funcionarios y empresarios que han quedado en la impunidad, las empresas que contratan mujeres deben de proporcionar medidas para su seguridad también fuera de su lugar de trabajo; llamamos a la conformación de comités de apoyo entre las víctimas. Ante esta impunidad y colusión del Estado, que no garantiza seguridad y justicia a las mujeres; reivindicamos el derecho de las mujeres a defenderse de sus agresores, pero de manera organizada, por ello, llamamos a la conformación de brigadas femeninas de autodefensa, también apoyada por sus compañeros. En ese mismo tenor, que las comunidades establezcan medidas sociales al respecto, la denuncia y la defensa aislada no basta, sólo la organización de las mujeres para exigir igualdad de derechos y equidad en el acceso a servicios públicos y oportunidades. Asimismo luchamos por el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, por la despenalización, legalización y garantía del derecho al aborto en todo el país y, junto con ello, la ampliación de las clínicas especializadas con mayor presupuesto para atender dicha problemática en todos los centros de salud, sin trabas burocráticas; acceso pleno, irrestricto, gratuito y garantizado a los métodos anticonceptivos, educación sexual y planificación familiar, que no es sólo responsabilidad de la mujer.

¡Por la unidad de las trabajadoras, campesinas, estudiantes,  profesionistas y mujeres de los sectores populares!, por un congreso de mujeres que unifique la lucha su emancipación.

8.- De los derechos democráticos y de las minorías.

Vivimos en un país caracterizado por la violación sistemática a los derechos humanos; que censura cualquier disidencia y reprime la movilización social, pues el autoritarismo y antidemocracia son rasgos inherentes del régimen político mexicano. Además, en este escenario prevalecen fenómenos culturales de opresión como el machismo, el racismo y la discriminación hacia diversos sectores minoritarios,  ¡No a la discriminación! Generemos una cultura sin discriminación clasista, machista, racista ni de ninguna otra índole.

Por el derecho de la diversidad sexual al matrimonio, la adopción, y la garantía de derechos a todos los sectores desprotegidos, partiendo de los derechos sociales y necesidades básicas de la población como seguro social y otros.

Contra el despojo hacia los pueblos indígenas, exigimos cumplimiento efectivo y cabal de los acuerdos de San Andrés Larrainzar, por el rescate de sus tradiciones y lengua, y por su autogobierno según usos y costumbres, siempre y cuando no se violenten los derechos humanos, principalmente, de las mujeres. Por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y minorías oprimidas.

Nuestro país es uno de los más importantes en términos de flujo migratorio, nuestro gobierno es responsable junto con el estadounidense y el crimen organizado del asedio, criminalización y vulnerabilidad de los migrantes así como causante del mismo ante la falta de oportunidades de vida digna. Desde la ALS llamamos a la conformación de comités de ayuda retomando experiencias como Las Patronas. Organicemos las lucha en ambos lados de las fronteras por los derechos migrantes, ¡abajo las fronteras, ningún migrante debe ser ilegal! Asilo y libre tránsito de refugiados y migrantes, ¡Castigo a los responsables de asesinato, desaparición y esclavización de migrantes!

La burguesía tiene muchos canales de manipulación social, los medios de comunicación además de ser un negocio implican también un fuerte medio de control social y por ende de poder, es necesario poner al servicio de los trabajadores y el pueblo estos medios, pues sólo ello garantizará su participación directa en la elaboración y difusión de contenidos críticos, científicos y culturales, ¡ninguna decisión a espaldas del pueblo, ni una mentira al pueblo! ¡Por el acceso efectivo a la información y la participación democrática en la creación y difusión de contenidos!

Los megaproyectos capitalistas han provocado en nuestro país un severo deterioro socio-ambiental, nos posicionamos en defensa del medio ambiente, por un modo de producción que no extermine, dañe ni sobreexplote los recursos naturales.

Nos oponemos al proceso de gentrificación en las urbes que sólo genera ganancias privadas a través del desplazamiento y hacinamiento demográficos del pueblo, dejando problemas de sustentabilidad socio-ambiental en los territorios ¡Por la defensa del territorio y recursos naturales! Pugnamos por el fomento de tecnologías amigables con el ambiente, las energías limpias y los métodos de producción sustentables a los que no se les ha permitido fructificar por afectar intereses particulares como el de las compañías petroleras y mineras transnacionales.

9.- Por la formación de organizaciones revolucionarias.

El pueblo ha demostrado una y otra vez su disposición a luchar, no obstante, han sido sus direcciones negociadoras, reformistas y burocráticas las que no han logrado estar a la altura para que estas luchas triunfen; por otro lado, el ultra-izquierdismo, el sectarismo y el oportunismo son vicios históricos que carcomen a la izquierda que se reivindica revolucionaria lo cual representa un dique para el avance en la lucha de los explotados y oprimidos por su emancipación. Ningún sector aislado de los explotados y oprimidos posee las fuerzas suficientes para defenderse y derribar por sí mismo los ataques que la burguesía le  propina, hay que superar el seguidismo y las decisiones cupulares.

La alternativa necesariamente pasa por la construcción de una nueva sociedad, pero ello requiere una ruta de acción que conduzca a las masas a este cambio, el cual no se dará en las urnas, ni en las instituciones o con el mero cambio de gobierno, tampoco por grupúsculos sin unidad con las masas o como consecuencia de la violencia anárquica, mucho menos se logrará sin buscar modificar los fundamentos sociales (económicos, políticos y culturales) del capitalismo. Una verdadera acción revolucionaria necesariamente parte de las masas, la formación de una clase trabajadora de avanzada, su partido y, sobre todo, la proyección de una alternativa socialista que se materialice a partir de la toma del poder.

Para que el régimen pueda ser derribado es imprescindible abonar a ello desde la construcción de comités de lucha en cada centro de trabajo, barrio y escuela; la generalización y unificación de procesos de autogobierno como las juntas zapatistas, Cherán, Ostula así como las policías comunitarias y demás experiencias de auto-organización popular, que se articulen, junto con los sindicatos y demás organizaciones de masas, en un Frente Nacional de Lucha como organismo presoviético, integrado por los explotados y oprimidos en lucha, cuya misión sea unificar y organizar el movimiento, para disputar el poder. ¡Forjemos el nivel de conciencia y organización entre las masas obreras y populares para convocar un Paro Nacional y, por vía de la insurrección armada, derrocar al régimen burgués y construir un Gobierno obrero, campesino y popular como forma transicional hacia una República Socialista de los trabajadores.

Todo esto sólo puede llevarse a cabo impulsando la articulación orgánica de la vanguardia del movimiento en un partido revolucionario de los trabajadores del campo y la ciudad, así, con éste organismo político de lucha se puede avanzar en las labores de consolidación y madurez política de la lucha para alcanzar sus objetivos en la toma del poder cuya ruta debe ser también construir el partido mundial de los explotados y oprimidos para impulsar la revolución socialista internacional.

¡Trabajadores y oprimidos del mundo, uníos!

 

Agrupación de Lucha Socialista y Colectivo 9 de Mayo

Noviembre de 2016

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